EL SANTO CÁLIZ
DE LA CENA (SANTO GRIAL)
VENERADO EN
VALENCIA (IX)
José Sanchis y
Sivera
(Canónigo de la
Catedral de Valencia)
Valencia 1914
CAPÍTULO VIII
Notas para una iconografía. —
Un estudio iconográfico
referente al santo Cáliz, también creemos sería de mucho interés para su
historia. Pero como este trabajo requiere mucho tiempo y fortuna en el hallazgo
de materiales, nos limitaremos á consignar las notas que sin grande esfuerzo
han llegado á nuestro poder, y que pueden ser la base para una completa
iconografía sobre tan curiosa materia.
Interminable
sería la lista de los cuadros y pinturas que adornaron ó adornan conventos,
iglesias, museos y particulares pinacotecas, en que se representa el santo
Cáliz que se guarda en la Catedral valentina.
Remontándonos
al siglo XV, debemos hacer mención de la Cena que pintó Martín Torner para
el convento de Santa Clara de Valencia, en la cual estaba davant la Maiestat de Jhuxit lo sant Greal, es decir, la preciosa
alhaja que ya se veneraba entonces. Esta nota, sacada de los archivos, como ya
se ha dicho, nos prueba que en la época medieval ya se representaba el santo
Cáliz en cuadros y pinturas.
En el siglo XVI,
puede decirse que el santo Cáliz formó parte en Valencia de todos los cuadros
que representaban al Salvador ó su Cena, costumbre que se siguió en los
siglos posteriores y continúa hasta hoy, debido sin duda á la gran devoción
que le profesaba el gran Juan de Juanes, que cuando pintaba al divino Jesús
parecía que lo hacía con el espíritu y no con los pinceles. Sería empresa
difícil mencionar todas las pinturas de este artista valenciano en las que
aparece la sagrada reliquia.
Indicaremos
algunas:
Ultima Cena, 1’27x1’91 m., museo del
Prado (Madrid), núm. 755.
Boceto del
anterior cuadro, museo de Valencia, núm. 99.
Ultima Cena, sacristía de la Catedral
de Valencia.
Ultima Cena, parroquia de San Nicolás
de Valencia.
Ultima Cena, en la iglesia del Cristo de
Alcira.
Dos Salvadores, en el museo del Prado,
núms. 767 y 764.
Dos Salvadores, museo de Valencia, núms.
521 y 690.
Salvador, en el sagrario de la parroquia
de San Pedro de Valencia.
Salvador, en la parroquia de San
Nicolás, en la de Santa Cruz, en la de Fuente la Higuera, en la de Sueca, en
la de Jávea, etc., etc.
El insigne
Ribalta también pintó el santo Cáliz en la hermosa Cena que cierra el nicho del altar mayor de la iglesia del
Patriarca, y en la que guarda el museo de Valencia, de 1’10x0’80 m., cuadro señalado
con el número 702.
En la Catedral hay
otra Cena, de Evaristo Muñoz, que
ostenta el santo Cáliz, y un Salvador
en el trasagrario.
En el pasillo de
la sacristía de la referida iglesia del Patriarca, existe un lienzo, de autor
desconocido para nosotros, que representa la preciosa joya colocada encima de
una mesa rodeada de flores.
En la parroquia
de santo Tomás también se venera un Salvador,
obra de Vergara, con el Cáliz de referencia.
Renunciamos á
continuar el relato de las pinturas, porque, como hemos dicho, no es trabajo de
momento, y nuestro objetivo no es otro que el dejar iniciada una labor tan
curiosa y difícil.
Indicaremos
ahora algunos de los grabados que se han hecho, representando el mismo sagrado
objeto.
El grabado más
antiguo que conocemos es un escudo del B. Juan de Ribera, hecho sobre madera,
93x80 mm., en cuyo centro figura el Cáliz con asas, igual al que se custodia
en la Catedral. Dicho escudo hállase en la portada del «Sermón que en festiva demostración del regocijo que el Real Colegio
de Corpus Christi... hizo... en el año 1698 en desagravio del execrable robo
del soberano sacramento de la Eucaristía y en hacimiento de gracias por su
hallazgo dixo el M. R. P. M. J. Juan Bautista Escuder... Con licencia; en
Valencia, por Jaime Bordazar». No sabemos quién pueda ser el autor de este
grabado, pero la circunstancia de hallarse en el folio siguiente un retrato del
fundador del Colegio firmado por Crisóstomo Martínez, el insigne y diestro valenciano, como le nombraban sus
contemporáneos, nos hace sospechar si también sería obra suya el escudo de
referencia.
En el siglo
XVIII, y aun tal vez en el anterior, era muy común una estampa de 178x260 mm.,
propiedad del Cabildo, cuya plancha de cobre conserva todavía en su Archivo.
En esta lámina aparece el Cáliz sobre un fondo adamascado, con esta
inscripción, formando una línea, debajo del pie: Calix Domini nostri Jesu Christi ex lapide precioso Agatha orientali
cornerino. En medio del soporte que con- tiene la sagrada alhaja, se
consigna lo siguiente en seis líneas: Iconica
Effigies sacrosanctum Domini Nostri Jesu Christi Calicem repraesentans, in quo,
ipse venerabile Sanguinis sui Eucharistiae sacramentum in supremae nocte Caenae
sanctissime instituit, qui in Hispaniam a fortissimo Levita S. Laurentio almae
Romanae Ecclesiae Archithesaurario transmissus, hodie in Sancta Metropolitana
Ecclesia Valentina diligentissime asservatur, et religiosisime colitur. No
hemos podido ver ningún ejemplar de esta estampa, la cual fué grabada por
Mariano Gimeno, artista que ya vivía en 1670. En dicha lámina están
estampadas, como firma, las iniciales M. G., que correspondían al nombre del
referido grabador.
El presbítero
Agustín Sales, en la pág. 66 de su Disertación,
tantas veces citada, inserta un grabado del santo Cáliz en madera, que mide 68
milímetros, y como le acompaña una inscripción latina, creemos que está
tomado de una estampa, entonces, en 1736, muy conocida. He aquí dicha
inscripción: Icon Calicis pretiossisimi
in quo Dominus Noster Jesus Christus Sacratissimam Eucharistiam consecravit;
qui Hierosolymis Romam, Oscam dein a S. Laurentio, Panon inde, et
Caesaraugustam transvectus, Valentiam tamdem Aragoniae ab Alfonso V Rege
transmissus, in ejusdem Urbis Metropoli solemni cultu honoratur.
En la preciosa obra
de D. Joaquín Lorenzo Villanueva, Viaje
literario á las iglesias de España, tom. II, pág. 40, se inserta un
bonito grabado del santo Cáliz, en cobre, el que dibujó Fr. Carlos
Hernández, dominico, á instancias del mismo Villanueva. Mide 80 milímetros
de altura.
De otra estampa,
la mejor de todas, en honor del santo Cáliz, hemos de dar cuenta. Mide 325x225
mm. Fué dibujada por el gran pintor Vicente López y grabada en cobre en 1806
por Francisco Jordán, individuo que fué de la Academia de San Carlos. En
dicha estampa, que es propiedad del Cabildo, aparece el Cáliz, cuya copa
rodean cuatro serafines, sobre un pedestal, adornado con espigas de trigo y
racimos de uva, en cuyo frontis está esculpida la Cena. La inscripción que la
acompaña es la siguiente: Calix Domini
Nostri Jesu-Christi ex lapide precioso achate orientali cornerino. Ecce icon
aere ad vivum exculpta sacrosanctum illum Calicem repraesentans, quo Dominum
Nostrum Jesum-Christum in suprema nocte mirabile sui sanguinis sacramentum
instituisse, eumque a fortissimo Levita Sancto Laurentio Roma in Hispaniam
missum, traditione majoram accepimus: qui quidem in sancta Metropolitana
Ecclesia Valentina, cui Rex Alfonsus V dono dedit, el diligentissime
asservatur, et maxima colitur religione.
De la anterior
estampa se ha hecho otra reducida, por medio del fotograbado, 83x25 mm., la que
lleva la siguiente inscripción: «Copia del santo Cáliz en que nuestro Señor
Jesucristo consagró la noche de la Cena. Se conserva en la Catedral de Valencia
por donación de Alfonso V de Aragón en el año 1424 (?)»
También se ha
reproducido en litografía, 100x60 mm., cuya piedra es propiedad del antiguo
establecimiento de Calcografía de D. Nicolás Sanchis.
Otra lámina
representando el Cáliz, con el pedestal que hoy ostenta, se ha hecho en
fotograbado, por la casa Fenollera. Está bastante incorrectamente dibujada, y
mide 95x65 mm.
De otras
muchísimas láminas, reproducidas por el fotograbado en estos últimos años,
especialmente en 1893, con motivo del Primer Congreso Eucarístico celebrado en
Valencia, podíamos hablar, pero todas han sido copia de las anteriores, ó
sacadas de las dos fotografías que de la preciosa reliquia obtuvieron D.
Antonio García y D. José Cabedo.
También sacó
el último de estos artistas un cliché para una de las láminas de nuestra
obra La Catedral de Valencia.
Igualmente se ha
reproducido el santo Cáliz en forma corpórea diferentes veces.
La más antigua
que encontramos se halla en un frontal de plata existente en la Catedral desde
el año 1635: está colocado en el centro, á manera de escudo, dorado al
fuego, por lo que destaca mucho del fondo plateado.
En los bancos de
la misma iglesia metropolitana se ha colocado un relieve de la preciosa
reliquia en el centro del respaldo.
En muchas
iglesias se ha puesto en diferentes partes: en la parroquia de los Santos
Juanes, por ejemplo, figura en la puertecita del sagrario de la capilla de la
comunión y en el frontal de su altar.
Con objeto de
propagar el culto al santo Cáliz se han hecho varias medallas, todas bastante
incorrectas; el troquel de una de ellas, de 25 y 30 mm. cada diámetro, lo
posee José Serratosa. Cuando se celebró el Congreso Eucarístico en 1893 se
hicieron muchas medallas y objetos conmemorativos troquelados. La que sirvió
de premio á los que figuraron en la Exposición Eucarística tiene un
diámetro de 62 milímetros.
Finalmente,
mencionaremos los sellos metálicos y de cautchuc grabados por José Navarro,
que se emplearon en las oficinas de dicho Congreso, y la reproducción en
pequeño de la sagrada joya, que sirvió de premio á una de las composiciones
leídas en el Certamen poético de la referida fiesta eucarística, cuyo
trabajo lo ejecutó el artista valenciano Juan Polo Alagon.
Tales son las
notas que hemos podido recoger sobre iconografía valenciana referente al santo
Cáliz. Mucho celebraríamos que este ligero ensayo sirviera de estímulo á
otros para hacer un trabajo más completo.
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