DÁMASO SANGORRÍN DIEST
El investigador
Dámaso Sangorrín asegura que el Santo Cáliz estuvo guardado en la iglesia de
San Pedro el Viejo de Huesca, y que en los años 711 y 712, con la invasión
musulmana, los cristianos se fueron hacia las montañas del interior,
llevándose las reliquias.
Al principio
buscaron refugio en la Cueva de Yebra, en el Pirineo Aragonés.
Más tarde los
encontramos en el monasterio de San Pedro de Siresa, en el Valle del Hecho.
Cuando ya no era
de temer la invasión árabe, se trasladó el Cáliz a Santa María de Sasabe.
Hacia 1014 el
autor cree que debió de ser trasladado el Santo Cáliz a la iglesia de la
corte en Bailo, donde estuvo unos treinta años, de 1014 a 1045, fecha en la
que el autor afirma que los obispos de Aragón se trasladan a Jaca con las
reliquias.
La tesis
defendida por Sangorrín llega a afirmar que la Catedral de Jaca se hizo para
el Santo Cáliz. Esto justificaría la construcción de un templo tan suntuoso
cuando la conquista de Huesca estaba cerca y ya se sabía que iba a ser la sede
del obispado.
[...]
Otro elemento en
el que basa sus afirmaciones es que hay un capitel en la lonja pequeña de la
Catedral de Jaca que narra la historia de San Lorenzo y que se considera
representa la entrega del Santo Grial por Sixto II a San Lorenzo. El capitel es
de finales del siglo XI o comienzos del XII y sería un antiguo argumento
arqueológico en favor de la tradición aragonesa del Santo Cáliz.
[...]
De Jaca el
Cáliz es llevado a San Juan de la Peña.
Así consta en el
documento de 1134, que nunca ha sido encontrado, que vio el canónigo Ramírez.
El Cáliz
permaneció allí hasta el 26 de septiembre de 1399.
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