jueves, 15 de mayo de 2014

El Santo Cáliz de Valencia. Catalina Martín Lloris





AGUSTÍN SALES I ALCALÁ:
Dissertacion histórica, critica, i expositiva, del Sagrado Cáliz en que Christo Señor Nuestro consagró en la noche de la Cena, el qual se venera en la Santa Metropolitana Iglesia de Valencia.

Año 1736


Sales destaca tres cenas realizadas por Jesús la víspera de su Pasión y Muerte. Asegura que todos los cálices que usó Cristo en la cena se pueden llamar cálices del Señor y ésta sería la razón por la que pueden existir varios repartidos por el mundo. Hubo tres cenas: la del cordero pascual, la común que todos usamos y la Eucarística. En el segundo capítulo hace una amplia disertación describiendo cómo los griegos, egipcios, romanos y hebreos ricos usaban en sus convites y cenas los cálices preciosos, justificando así la utilización de una piedra preciosa cuando Cristo profesaba la pobreza. El dueño de la casa donde se celebró la Última Cena era rico y era costumbre usar piedras preciosas, y cuenta la historia y tradición de materiales, cálices, etc. En el cuarto capítulo analiza con detenimiento quién fue el padre de familia. Más tarde demuestra la falsedad de la relación entre el dueño de la casa donde se realizó la Última Cena y Cristo. En el capítulo sexto, con respecto a los diferentes cálices que existen de la Última Cena, el autor critica y describe duramente lo que él considera fue la equivocación de Calvino y los suyos. El autor se convence de que no consagró Cristo en algunos de los seis cálices preciosos que se guardan en Francia, Italia y Flandes. Finalmente concluye asegurando que el Cáliz de piedra ágata que se venera en Valencia es el auténtico en el que Cristo consagró en la noche de la Cena. Sales afirma rotundamente la autenticidad del Cáliz pese a los comentarios del Venerable Beda y su sucesor Baronio que están en contra. Dice que es el Cáliz de piedra ágata cornerina oriental y con este nombre aparece en el inventario de reliquias de la catedral que se mandó hacer en 1660. También asegura que Alfonso el Magnánimo entregó el cáliz el 18 de marzo de 1437 y que está custodiado en el archivo de la catedral el documento de entrega. En cuanto al material del que está hecho, discute las tesis de Pedro Antonio Beuter y está de acuerdo con Gaspar Escolano. Critica la afirmación de Beuter que dice que es de calcedonia cuando en los documentos se menciona que es de ágata cornerina.
Agustín Sales defiende la tesis de que el Cáliz de la Catedral de Valencia es el mismo que San Lorenzo envió a Aragón cuando repartió los tesoros de la Iglesia, y que en la pérdida de España fue depositado y guardado en el monasterio de San Juan de la Peña en las montañas de Jaca. Sales afirma que esta tesis la justificaría simplemente la tradición universal conservada en “Huesca, San Juan de la Peña y todo el reino de Aragón y su corona, como consta en el archivo del monasterio”.
[Este documento de 1399, que es en el que Sales se basa, ya estaba en esta época en el Archivo de la Corona de Aragón].
En la polémica de la patria de San Lorenzo, de la que dependía si el cáliz estuvo primero en Valencia o en Huesca, se apoya en la tradición de Diago y Joseph Dormer y en el padre Jerónimo Escuela, religioso franciscano, y en Briz Martínez, Juan de Mariana y Baronio, para decir que San Lorenzo manda a Huesca el Cáliz. Sales, con respecto a la carta que envió San Lorenzo junto con el Cáliz, afirma que, aunque hoy no existe, no se puede poner en duda, pues en la carta de 1399 del rey Martín se hace referencia a ella. También trata el tema de la equivocación que aparece en el documento de 1399, que dice que San Lorenzo manda el Cáliz y la carta a San Juan de la Peña. Justifica este error asegurando que era culpa de una equivocación del notario.
Además Agustín Sales hace mención al documento nunca encontrado del 14 de Diciembre de 1134.
Finalmente llega a la conclusión de que el Cáliz entró en la catedral en 1424 (confundiendo esta entrada con la de las reliquias de San Luis). También destaca el texto de M. S. Latino, quien aseguraba que el capellán mayor del rey Alfonso V tenía en depósito entre otras la reliquia del Cáliz y que por haber muerto éste en 1437 se depositaron en poder del muy ilustre cabildo de Valencia.
[...]
Las reliquias vendrían de Roma a San Juan de la Peña, a la Aljafería de Zaragoza y de aquí directamente a Valencia en 1424, y en 1437 se hizo la donación definitiva.
A Sales le han seguido a lo largo de la historia otros investigadores como Juan Bautista Ballester, Solórzano, Fernando Camargo, Juan Tamayo de Salazar, Marcos de Salmerón. Sin embargo, ya en su época fue muy criticada la obra de Sales por el ilustrado Gregorio Mayans.

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