EL CÁLIZ EN
BARCELONA
En 1408 Martín
el Humano cedió las reliquias y la custodia de la capilla a los celestinos.
Según consta en el manuscrito correspondiente, el monarca entregó la gestión
a la nueva orden y las reliquias las dejó en la capilla que había construido
especialmente para ellas.
Martín el Humano
murió en 1410.
Legaba todos sus
bienes a su esposa, Margarita de Prades.
De esta
disposición no se conoce original ni copia auténtica, debido al rápido
fallecimiento del rey.
A la muerte de
don Martín se produce una importante disputa sobre la titularidad de la capilla
y de su contenido entre los celestinos, a los que había sido entregada la
gestión, y la reina Margarita de Prades, viuda y heredera.
La reina,
proclamándose legítima heredera, se llevó consigo las principales reliquias
y joyas de la Capilla Real.
Del 30 de
noviembre de 1411 se conserva una carta de los celestinos exigiendo a la reina
Margarita que devuelva a la iglesia o capilla del palacio real de Barcelona las
reliquias que había conseguido el rey Martín y de las que esta señora se
había adueñado.
A lo largo de
1412 se desarrolla el pleito entre los celestinos y Margarita de Prades para
que ésta devuelva los libros, ornamentos, orfebrería y reliquias que se había
llevado de la Capilla Real a la muerte del rey Martín.
Este suceso tuvo
tal repercusión que aparece descrito en diferentes documentos de los archivos.
Durante los
años siguientes las reliquias acompañan a la reina viuda, y no llegan a
formar parte del patrimonio de Fernando de Antequera. En ese tiempo Margarita
lleva una vida confusa y viajera, pero pasa temporadas en la ciudad de Valencia
con su nuevo esposo Juan Vilaragut, con lo que no sería raro que las piezas
estuvieran ya en Valencia desde 1410. Sin embargo, Margarita, atemorizada
quizás por la falta de un documento que la acreditara como legítima dueña,
no exhibió sus reliquias ni creó una capilla específica para albergarlas.
En 1416 muere
Fernando de Antequera y le sucede Alfonso el Magnánimo.
En los años
sucesivos hay un intercambio epistolar entre doña Margarita y don Alfonso a
propósito de los bienes de Martín el Humano:
El 5 de
noviembre de 1419 Margarita de Prades se pone en contacto con Alfonso el
Magnánimo para que le certifique el testamento que Martín el Humano hizo el
mismo día de su muerte y que los celestinos nunca quisieron dar por válido.
El 25 de
noviembre de 1419 Alfonso da legitimidad al testamento y permite a Margarita
vender, empeñar y ceder todos aquellos bienes que Martín el Humano le había
legado.
Quizás hubo
algún trato respecto a las reliquias, porque el 23 de mayo de 1420 Alfonso el
Magnánimo escribe al canónigo Gabriel Gombau, salvaguarda de las sagradas
reliquias, anunciándole el envío de las llaves de las reliquias del palacio
real de Barcelona y pidiéndole que recupere las llaves de las reliquias que
están en su palacio mayor de Barcelona, y que Gabriel Gombau dio al capellán
mayor del rey, y que sea él quien se ocupe de dichas llaves. Le pide también
que haga un inventario y que esté presente Jacme Sala, encargado de las obras
reales, segunda persona de confianza real y poseedora del segundo juego de
llaves, para que ambos se ocupen de la conservación de las reliquias.
El 15 de julio
de 1422 Alfonso el Magnánimo realiza el traspaso de la gestión de la Capilla
Real del palacio de Barcelona con todas las pertenencias, incluidas las
reliquias que había en ella, entre las que se encuentra el Santo Cáliz, a la
orden de la Merced.
Así pues, en
1422 el Santo Cáliz se encontraba de nuevo en Barcelona, custodiado en la
Capilla Real de Alfonso el Magnánimo, quien había ido recuperando las piezas
de Martín el Humano.
No se sabe cómo
se hizo con ellas entre 1420 y 1422, pues no hay documento que deje constancia
de los traspasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario