EL SANTO CÁLIZ
DE LA CENA
SANTO GRIAL
VENERADO EN LA CATEDRAL DE VALENCIA (XII)
Manuel Sánchez
Navarrete
Valencia 1994
Juan Pablo II y
el Santo Cáliz
En ocasión de la
memorable visita que en 1982 realizara a España S. S. el Papa Juan Pablo II,
merece ser destacada, por sus singulares características, la de su estancia en
Valencia, breve en el tiempo pero de extraordinaria importancia en su
significado.
Después de 1724
años en que Sixto lI utilizara el Santo Cáliz en la consagración eucarística,
último Papa que en aquel lejano año del 258 lo hiciera, Juan Pablo II, en una
inolvidable función religiosa en la que más de un centenar de nuevos sacerdotes
venían a recibir su ordenación en el amplio y espléndido marco del paseo de la
Alameda de Valencia, un lunes, 8 de noviembre, el sucesor de Pedro volvía a
tomar en sus manos aquella misma Copa que Jesucristo retuviera entre las suyas
y volvía a convertir el vino en la Sangre preciosa del Redentor, cumpliendo
así, con este acto, la gran ilusión mantenida desde hacia largos años por la
Cofradía del Santo Cáliz de la Cena.
Y si fueron para
Su Santidad instantes de emoción intensa aquellos en que le fue posible, continuando
la línea de sus más remotos antecesores, volver a oficiar con esta venerable
Reliquia y volver a repetir sobre ella aquellas palabras que iniciara Pedro y
que han quedado estatuidas en el Canon de la Misa: «Este es el Cáliz...», lo fue mucho más para los creyentes
valencianos, cuando en la gran explanada de la Alameda pudimos contemplar en
sus manos, cómo era elevado el Santo Cáliz del Señor.
Ya momentos
antes, en su breve paso por la Catedral, había mostrado Juan Pablo II su
emoción al contemplar y tener en sus manos la Sagrada Reliquia, a la vez que
escuchaba las explicaciones que le eran dadas por el Arzobispo de Valencia,
doctor Miguel Roca Cabanellas y el Canónigo Director de la Cofradía del Santo
Cáliz de Valencia, don Vicente Moreno Boria, y sobre todo, al besar con devota
unción, por dos veces, la Sagrada Copa.
Como complemento
y refrendo histórico de esta visita, que sin duda supone un hito de singular
trascendencia, Juan Pablo II se dignaba aceptar la insignia de Caballero de
Honor Perpetuo del Santo Cáliz entregada por la Cofradía, y estampaba su firma
en la hoja de pergamino que orlada con su escudo y leyenda, figura en primer
lugar y en perenne testimonio de tan magno acontecimiento, en el Libro de Oro
de la Cofradía.
Falta consignar
que, como obsequio de la diócesis al Santo Padre, recibió éste una reproducción
exacta del Santo Cáliz, realizada por el orfebre valenciano Francisco Pajarón
Andreu, autor también de la custodia que sale en el cortejo procesional del día
del Corpus Christi, y restaurador en dos ocasiones, junto con su abuelo
Francisco Pajarón Suay, de la Sagrada Reliquia: la primera, con motivo de la
rotura sufrida en ocasión a la que en otro lugar ya hicimos referencia; la
segunda, al finalizar la guerra civil última, en la que el Santo Cáliz hubo de
permanecer escondido durante casi tres años.
Este «duplicado»
del Santo Cáliz donado a Juan Pablo ll, fue recreado, detalle a detalle, con
piedras similares a las del original y con metales idénticos; incluso la piedra
ágata, que al no ser encontrada en España, tuvo que ser traída desde Alemania.
Como testimonio
de este trascendental acontecimiento, reproducimos a continuación el texto del
acuerdo tomado por la Junta de la Cofradía del Santo Cáliz, que figura en el
Libro de Oro de la misma.
La junta de Gobierno de la Cofradía del
Santo Cáliz de la Cena, erigida canónicaniente en la Santa Iglesia Catedral
Metropolitana de Valencia, quiere hacer constar en nombre y representación de
todos los Cofrades, el más sincero testimonio de su gratitud al Excelentísimo y
Reverendísimo Señor Arzobispo de Valencia, Doctor Don Miguel Roca Cabanellas,
al Ilustrísimo Señor Deán, Doctor Don José Mengual Sendra y al Muy Ilustre
Señor Don Vicente Moreno Boria, Canónigo Director de la Cofradía, por haber
atendido y encauzado los deseos fervientes de nuestra Cofradía, en este
memorable viaje de Su Santidad el Papa, Juan Pablo II a Valencia, consiguiendo
plenamente que se realizaran los siguientes hechos trascendentales en la
historia de la Cofradía, que debidamente se enumeran a continuación para
constancia fehaciente de los mismos:
PRIMERO.— Que Su Santidad el Papa Juan Pablo
II ha aceptado la insignia de Caballero de Honor Perpetuo del Santo Cáliz que
le ha sido entregada por la Cofradía.
SEGUNDO.— Que el Santo Padre ha estampado su
firma en la hoja de pergamino que orlada con su escudo y leyenda, figura en
primer lugar del Libro de Oro de esta Cofradía.
TERCERO.— Que el último Papa que utilizó
este Santo Cáliz en la consagración fue Sixto II, en el año 258. Y hoy, después
de 1724 años, nuestro Santo Padre, Juan Pablo II, ha celebrado la solemne
Eucaristía de la ordenación sacerdotal, en la misma Copa en donde el Señor
convirtió el vino en su Sangre preciosa, cumpliendo así con este acto la gran
ilusión mantenida desde hace largos años por la Cofradía del Santo Cáliz de la
Cena.
Valencia, a 24 de noviembre del año 1982.
El Presidente de la junta de Gobierno,
Luis B. Lluch Garín
Doy fe:
El Secretario de la Cofradía,
José Ferrer Olmos
Con este hecho,
que señala un hito de singular trascendencia en los anales del Santo Cáliz, se
afirma y se confirma, en la realidad del mundo presente, la certeza del misterio
iniciado hace casi veinte siglos en el Cenáculo de Jerusalén y que hoy se
proyecta y perpetúa en el portentoso libro de una historia con sublimes
resonancias wagnerianas de místico arrobamiento, que armoniza plenamente en el
sobrio conjunto de la Capilla, con la piadosa y admirativa veneración del
pueblo creyente ante la más insigne y conmovedora reliquia eucarística
conservada por la humanidad; de una historia que día a día continúa
escribiéndose con las líneas severas de una liturgia y de un culto perpetuado a
través de los siglos.
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