viernes, 12 de septiembre de 2014

El Santo Cáliz de la Cena (XII). Manuel Sánchez Navarrete





EL SANTO CÁLIZ DE LA CENA
SANTO GRIAL VENERADO EN LA CATEDRAL DE VALENCIA (XII)

Manuel Sánchez Navarrete

Valencia 1994


Juan Pablo II y el Santo Cáliz

En ocasión de la memorable visita que en 1982 realizara a España S. S. el Papa Juan Pablo II, merece ser destacada, por sus singulares características, la de su estancia en Valencia, breve en el tiempo pero de extraordinaria importancia en su significado.
Después de 1724 años en que Sixto lI utilizara el Santo Cáliz en la consagración eucarística, último Papa que en aquel lejano año del 258 lo hiciera, Juan Pablo II, en una inolvidable función religiosa en la que más de un centenar de nuevos sacerdotes venían a recibir su ordenación en el amplio y espléndido marco del paseo de la Alameda de Valencia, un lunes, 8 de noviembre, el sucesor de Pedro volvía a tomar en sus manos aquella misma Copa que Jesucristo retuviera entre las suyas y volvía a convertir el vino en la Sangre preciosa del Redentor, cumpliendo así, con este acto, la gran ilusión mantenida desde hacia largos años por la Cofradía del Santo Cáliz de la Cena.
Y si fueron para Su Santidad instantes de emoción intensa aquellos en que le fue posible, continuando la línea de sus más remotos antecesores, volver a oficiar con esta venerable Reliquia y volver a repetir sobre ella aquellas palabras que iniciara Pedro y que han quedado estatuidas en el Canon de la Misa: «Este es el Cáliz...», lo fue mucho más para los creyentes valencianos, cuando en la gran explanada de la Alameda pudimos contemplar en sus manos, cómo era elevado el Santo Cáliz del Señor.
Ya momentos antes, en su breve paso por la Catedral, había mostrado Juan Pablo II su emoción al contemplar y tener en sus manos la Sagrada Reliquia, a la vez que escuchaba las explicaciones que le eran dadas por el Arzobispo de Valencia, doctor Miguel Roca Cabanellas y el Canónigo Director de la Cofradía del Santo Cáliz de Valencia, don Vicente Moreno Boria, y sobre todo, al besar con devota unción, por dos veces, la Sagrada Copa.
Como complemento y refrendo histórico de esta visita, que sin duda supone un hito de singular trascendencia, Juan Pablo II se dignaba aceptar la insignia de Caballero de Honor Perpetuo del Santo Cáliz entregada por la Cofradía, y estampaba su firma en la hoja de pergamino que orlada con su escudo y leyenda, figura en primer lugar y en perenne testimonio de tan magno acontecimiento, en el Libro de Oro de la Cofradía.
Falta consignar que, como obsequio de la diócesis al Santo Padre, recibió éste una reproducción exacta del Santo Cáliz, realizada por el orfebre valenciano Francisco Pajarón Andreu, autor también de la custodia que sale en el cortejo procesional del día del Corpus Christi, y restaurador en dos ocasiones, junto con su abuelo Francisco Pajarón Suay, de la Sagrada Reliquia: la primera, con motivo de la rotura sufrida en ocasión a la que en otro lugar ya hicimos referencia; la segunda, al finalizar la guerra civil última, en la que el Santo Cáliz hubo de permanecer escondido durante casi tres años.
Este «duplicado» del Santo Cáliz donado a Juan Pablo ll, fue recreado, detalle a detalle, con piedras similares a las del original y con metales idénticos; incluso la piedra ágata, que al no ser encontrada en España, tuvo que ser traída desde Alemania.
Como testimonio de este trascendental acontecimiento, reproducimos a continuación el texto del acuerdo tomado por la Junta de la Cofradía del Santo Cáliz, que figura en el Libro de Oro de la misma.

La junta de Gobierno de la Cofradía del Santo Cáliz de la Cena, erigida canónicaniente en la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Valencia, quiere hacer constar en nombre y representación de todos los Cofrades, el más sincero testimonio de su gratitud al Excelentísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo de Valencia, Doctor Don Miguel Roca Cabanellas, al Ilustrísimo Señor Deán, Doctor Don José Mengual Sendra y al Muy Ilustre Señor Don Vicente Moreno Boria, Canónigo Director de la Cofradía, por haber atendido y encauzado los deseos fervientes de nuestra Cofradía, en este memorable viaje de Su Santidad el Papa, Juan Pablo II a Valencia, consiguiendo plenamente que se realizaran los siguientes hechos trascendentales en la historia de la Cofradía, que debidamente se enumeran a continuación para constancia fehaciente de los mismos:
PRIMERO.— Que Su Santidad el Papa Juan Pablo II ha aceptado la insignia de Caballero de Honor Perpetuo del Santo Cáliz que le ha sido entregada por la Cofradía.
SEGUNDO.— Que el Santo Padre ha estampado su firma en la hoja de pergamino que orlada con su escudo y leyenda, figura en primer lugar del Libro de Oro de esta Cofradía.
TERCERO.— Que el último Papa que utilizó este Santo Cáliz en la consagración fue Sixto II, en el año 258. Y hoy, después de 1724 años, nuestro Santo Padre, Juan Pablo II, ha celebrado la solemne Eucaristía de la ordenación sacerdotal, en la misma Copa en donde el Señor convirtió el vino en su Sangre preciosa, cumpliendo así con este acto la gran ilusión mantenida desde hace largos años por la Cofradía del Santo Cáliz de la Cena.
Valencia, a 24 de noviembre del año 1982.
El Presidente de la junta de Gobierno,
Luis B. Lluch Garín
Doy fe:
El Secretario de la Cofradía,
José Ferrer Olmos

Con este hecho, que señala un hito de singular trascendencia en los anales del Santo Cáliz, se afirma y se confirma, en la realidad del mundo presente, la certeza del misterio iniciado hace casi veinte siglos en el Cenáculo de Jerusalén y que hoy se proyecta y perpetúa en el portentoso libro de una historia con sublimes resonancias wagnerianas de místico arrobamiento, que armoniza plenamente en el sobrio conjunto de la Capilla, con la piadosa y admirativa veneración del pueblo creyente ante la más insigne y conmovedora reliquia eucarística conservada por la humanidad; de una historia que día a día continúa escribiéndose con las líneas severas de una liturgia y de un culto perpetuado a través de los siglos.

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