Conferencia “EL SANTO GRIAL DE VALENCIA, 2000 AÑOS DE HISTORIA”
Comandante D.
Jesús de Salvador, Interventor del 27º relevo de ISAF
23 de octubre de
2014
Salón de actos
contiguo a la capilla de la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat, Afganistán.
[...]
También se
expusieron otros posibles cálices, para evidenciar la imposibilidad de que sean
éstos los de la Última Cena, especialmente el novísimo en aparecer, el cáliz de
Doña Urraca, con motivo de la publicación de un libro sobre el mismo.
Respecto a esta
última copa, que los autores del libro, sin existir en la cristiandad tradición
alguna, dicen que se le llamaba “Copa del Poder”, surgen serias dudas:
Afirman que
estaba desde el principio hasta el siglo XI en la iglesia del Santo Sepulcro,
la cual no es construida hasta casi la mitad del siglo IV, existiendo hasta
entonces en su emplazamiento un Templo Romano.
Además no
aclaran la situación del Cáliz en los siguientes momentos históricos de
destrucción de Jerusalén:
1º.- Año 70 d.C.
Destrucción del Templo. En el primer tercio del siglo II, se erige la colonia
de Elia Capitolina sobre Jerusalén, dedicada al Emperador Adriano.
2º.- Año 614
d.C. Conquista de Jerusalén por los Persas, con tres días de saqueos y
destrucción. El Patriarca Zaccaria cae prisionero. Es robada la Vera Cruz, que
vuelve en 630 d.C. con el Emperador Heraclio. No se cita la Sagrada Copa.
3º.- Año 1009
d.C. El Califa Fatimí Egipcio, al-Hakim bi-Amr Allah, ordena arrasar todas las
iglesias de Palestina, Egipto y Siria, y especialmente la iglesia del Santo
Sepulcro. El historiador Yahia ibn Sa’id cuenta que se produce la demolición
radical del santuario y la devastación y robo de todos los restos arqueológicos
y elementos decorativos.
Por otra parte,
el descubridor de los dos cortos manuscritos base de toda la teoría, el Dr.
Gustavo Turienzo Veiga, plantea las siguientes dudas:
1º.- APARICIÓN.
Turienzo afirma: “Uno de esos días de trabajo me topé con un montón de
pergaminos, de los cuales uno de ellos sobresalía con un nombre, Fernan, nada
usual en esa lengua. Y digo por casualidad ya que ese escrito emergía como
queriendo destacarse del resto”. (¿?)
2º.- DATACIÓN.
El método de análisis para fechar los documentos es simplemente el oral: “La
que a mí me han dado verbalmente corresponde a principios del siglo XIV de
nuestra era”.
3º.-
LOCALIZACIÓN. Respecto a dónde se encontraban estos manuscritos, Turienzo entra
en contradicción con los autores y deja una puerta abierta a no se sabe muy
bien qué: “Yo estaba trabajando en una de las salas de la que entonces era la
Biblioteca Nacional de Egipto, no en la Biblioteca Al-Azahar, otra de esa
ciudad, como equivocadamente se ha dicho… Y cuando volví a buscar los
pergaminos, ya no estaban en la Biblioteca Nacional de El Cairo sino en la de
Al-Azhar, también en esa ciudad”.
4º.-REPRODUCCIÓN.
El teórico descubrimiento se hace en 2006. Su descubridor en el año 2010
escribe un libro, El Reino de León en las
fuentes islámicas, desde sus orígenes…, y en él no cita esta recién
descubierta por él supuesta fuente islámica, unos manuscritos que tanta
importancia se supone que deberían tener para la historia de la Cristiandad.
Y otra serie de
hechos dudosos, que, por no alargarnos mucho, no se transcriben.